Este bargueño siglo XVII es un trabajo hispano-italiano realizado en nogal español, ébano, carey y hueso grabado en forma de paralelepípedo de muestra vista, con dos calles laterales de gavetas decoradas con placas de carey fileteado en hueso y bocallaves de bronces troquelados y dorados. Medidas 70 x 120 x 50cm. Veamos su estado inicial para describirlo mejor.
Entre ambas calles se abre una portada arquitectónica central con un encasetonado en perspectiva, de influencia italiana, realizada en carey y hueso grabado. En su interior encontramos tres pequeños cajones en nogal y boj, el inferior de ellos alberga un compartimento secreto en el fondo. Remate perimetral moldurado superior e inferior ebonizados.
Tanto los entrepaños como los largueros están decorados con filete de boj describiendo círculos encadenados. Los laterales Boldenone cycle Treino with conjugated exercises stimulates Boldenone cycle and increases or caloric expenditure únicamente están taraceados con cenefas en boj sobre reengrueso de nogal.
Esquema de faltas:
(1) Falta de carey en cajones 1,3 y parte central del 5.
(2) Falta de molduras ebonizadas en parte inferior de puerta central, cajón 4, y ambos laterales interiores de cajon 5.
(3) Falta de ambos pies de cebolla, aunque vemos en la base que los tuvo en origen. También carece de escuadra interior para su colocación en una de las patas, pero se ve claramente que se ha desencolado y perdido.
(4) Falta de placa de hueso en lateral superior de la parte izquierda en cajon 5.
(5) Falta de bocallaves en puerta central (y de carey) y ambos laterales interiores del cajón 5. Se ve claramente el orificio de anclaje que muestra que hubo ambos en origen.
En el croquis de nuestro bargueño siglo XVII que se bocetó inicialmente se añaden, además las faltas de decoración de madera o fileteado en boj marcadas con una X, algunas anotaciones que se observaron tras un primer examen exterior.
Una vez abierto se observan más daños tanto en la puerta como en los cajones interiores. A la izquierda ya hemos reproducido la moldura inferior de la puerta.
En centro de la imagen vemos el interior de la puerta, en la que faltaba un trozo de reengrueso de nogal en el lateral derecho superior y en la parte izquierda del lateral inferior, además de varios daños en el centro, atravesado probablemente por algún clavo que sostenía una cruz o adorno similar.
En los cajones interiores 2 y 3 se aprecian faltas de reengrueso de nogal en ambos laterales.
Comenzamos a desmontar y numerar todas las piezas exentas, desencoladas, herrajes y cualquier elemento frágil , para poder realizar la intervención con mayor comodidad y poderlas emplazar en su lugar exacto tras la intervención.
La trasera presentaba una grieta al hilo producto de la merma natural de la madera. Desmontamos retirando los clavos que la aseguran al armazón, tal y como ya os hemos comentado en el cuaderno Nº7 para acceder mejor al interior del bargueño.
Limpiamos ambos lados de la grieta al hilo los restos de suciedad y cera antes de encolar. Para evitar el alabeo al estar desmontada lo mejor es mantenerla entre dos paneles fijos con peso hasta el montaje final, ya encerada en su color natural.
La esquina superior izquierda de la trasera tiene parte de una etiqueta referente a una incautación, pero está incompleta, sin embargo hemos logrado encontrar un ejemplo completo en otro documento relativo a otro inventario de mobiliario antiguo, que se muestra a la derecha de la imagen.
Estas etiquetas se crearon por el Ministerio de Instrucción pública y BBAA a partir de julio de 1936, a raíz de la guerra civil española para proteger el patrimonio artístico, tal como se cuenta en el enlace adjunto. En esta se puede leer «Junta Delegada de Incautación. Protección y salvamento del Tesoro Artístico» y a continuación vemos número de inventario, procedencia y «colec».
Asentamos las partes existentes de la etiqueta y protegemos para evitar mayor deterioro antes de la limpieza, como vemos en el lado izquierdo.
Los procesos de restauración paso a paso y materiales empleados los podéis leer con todo detalle en los cuadernos de restauración Nº6 y 7: Técnicas de Restauración I y II si queréis profundizar un poco más en este tema.
Tras desmontar la trasera, realizamos la consolidación volumétrica por inyección con resina sintética al 15%, en el interior de tabicas y entrepaños, donde encontramos huellas de un fuerte ataque de carcoma.
En la imagen vemos la cara interna y externa del tratamiento. Si os fijáis bien se ve que ya han intervenido esta pieza porque los agujeros están tapados con cera en el exterior.
De hecho uno de los entrepaños está tan deteriorado que hay que sanear parte. Hacemos un corte limpio donde encontramos la parte sana y encolamos la pieza hasta completar a la medida original.
Realizamos igualmente mediante inyección la consolidación volumétrica del reengrueso de nogal y el fileteado de boj que por deterioro de la cola orgánica ha quedado desprendido del alma del mueble.
Seguimos con el asentado de las piezas existentes. Bajo los restos de carey en el frente de cajones, y después de la limpieza mecánica con bisturí de los restos de cola orgánica, encontramos un cartón con diseños circulares en uno de los cajones.
En la reserva de la parte izaquierda no se distingue bien, pero son en color rojo y verde. Suponemos que solo se trata de engrosar la reserva de carey con algo de volumen sobre la madera.
Nos parece apropiado mantenerlo, y tras la limpieza estructural encolamos la nueva placa de imitación a carey sobre estas reservas.
Hemos encolado las planchas de carey originales en las reservas de los frentes de cajones, dado que la cola que las unía era casi inexistente y quebradiza.
En los cajones 2, 3 y 4 hemos encolado además el marco de reengrueso de nogal y filete de hueso tras la limpieza.
La placa de hueso faltante se han reintegrado con resina, que posee las cualidades de color y dureza parecidas al hueso. Hemos bocetado el patrón existente en los laterales contiguos para crear una sensación de conjunto en todo el perímetro del frente del cajón pero que al mismo tiempo sea reconocible la parte añadida. Se puede apreciar a la derecha de la foto inferior.
Las placas de hueso grabadas en los bargueños del siglo XVII y posteriores se decoraban mediante incisiones en el hueso, creando un grabado «invisible» que luego se rellenaba con una pátina de grasa y ceniza. De esta forma al retirar el exceso únicamente se oscurece el motivo grabado.
En las planchas de hueso de nuestra pieza se procedió de la misma forma, por ello es muy delicada su limpieza porque podríamos retirar fácilmente la decoración original.
Reproducimos las molduras ebonizadas faltantes haciendo previamente un molde del original. Una vez encoladas aplicamos un mordiente para facilitar el ebonizado e igualar al original.
En la imagen inferior vemos en proceso el encolado con cola animal para reforzar los ensambles de las gualderas, fondo y frente de cajones ya limpios de restos.
Hemos encontrado malas intervenciones anteriores que han dañado gravemente la estructura creando grietas al hilo, tales como clavos atravesados y oxidados sobre cola animal cristalizada antigua en las uniones. Retirados los clavos volvemos a encolar corrigiendo el desplazamiento causado por dichos clavos. En la base de varios de ellos hubo que reintegrar estos daños.
Otro tipo de grietas al hilo, como la mencionada en la trasera, provocada por una merma natural de la madera, han sido corregidas en la base de algunos cajones. Para ello, retiramos los clavos, limpiamos los restos de cola anteriores y colocamos en su posición mediante gatos de apriete la base del cajón.
El desplazamiento de la moldura ebonizada superior también se ha corregido encolando y devolviendo a su posición original con la ayuda de gatos de apriete. La falta que vemos en la chapa superior ha sido reintegrada con resina y entonada posteriormente.
Una vez realizadas todas las acciones de consolidación y reintegración volumétrica pasamos a la limpieza del mueble. Hacemos varias catas hasta que damos con la que funciona perfectamente y retira únicamente suciedad.
Hacemos la limpieza de toda la estructura: carey, hueso, reengrueso de nogal y molduras ebonizadas. Las zonas más rebeldes y poco accesibles se limpian con bisturí.
Limpiamos de restos de óxido y residuos los herrajes, bocallaves, bisagras y todos los elementos metálicos previamente numerados. Faltan algunos bocallaves como los de la parte central del cajón inferior y la puerta central. Realizamos un molde del mismo y reproducimos con resina. Igualamos el acabado metálico en lo posible con pigmentos.
Hay dos tipos de reintegraciones producidas por los efectos de la carcoma.
Uno de ellos es como el que aparece en la imagen, lo que ha provocado una galería al hilo de la veta y que hemos reintegrado con resina epoxi. Una vez seca y lijada se ha reintegrado cromáticamente al original.
La segunda se realiza al final, tras la limpieza y encerado de la pieza, porque es entonces cuando sabemos exactamente el tono final de cada una de las maderas que forman la pieza. Hablamos de decenas y decenas de pequeños agujeritos de carcoma, casi invisibles pero que hay que estucar uno por uno con cada tono hasta que resulte casi invisible al conjunto de la pieza.
En la imagen superior derecha vemos el interior de la puerta en proceso y a la izquierda ya terminada, luciendo una preciosa veta de nogal español.
Finalmente hemos acabado interior y exterior con cera, tal como era el acabado original de los bargueños de esta época, en este caso hemos usado cera artesana de naranja, fabricada en nuestro taller. Aquí os dejamos antes y después del cajón inferior terminado.
Detalle del interior de los cajones en origen y ya terminado, y la parte trasera del cajón secreto, que pertenece al inferior de los tres, al que hemos añadido un pequeño tirador para facilitar su apertura.
Algunos detalles finales de reintegración cromática marcados con flechas tras el estucado de faltas.
Una comparativa final de cómo llegó y el estado final ya restaurado. Para preservar el zócalo y dado que en su origen los llevaba, hemos ebonizado y encolado los pies de cebolla en las cuatro esquinas.
Un placer haber trabajado en esta pieza y contentos de que su dueño también esté encantado con ella. Gracias como siempre al equipo que colabora conmigo en cada restauración, en este caso ha sido Gabriela 😉
Nos encantará leer vuestras impresiones si os apetece comentarnos algún detalle. Gracias por leer nuestras historias y hasta muy pronto!
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