Siempre que os contamos las historias del taller empezamos por el principio.. hoy os mostramos el final de esta preciosa mesa vintage abatible que nos han traido. Una mesa con muchos chorionic gonadotropin colacaos y buenos ratos de la niñez que Mónica ha querido recuperar para su nueva casa.
Pero la verdad es que llegó muy kamagra 100mg oral jelly for sale in australia deteriorada. Había estado almacenada y embalada durante mucho tiempo. La imagen habla por sí sola. Quizás no veáis un detalle que nos hadado mucha guerra. La cinta adhesiva llevaba tanto tiempo pegada que resultaba imposible retirarla sin que se rompiera.
Sin embargo estructuralmente iba como la seda. El sistema de apertura permanecía como el primer día, salvo por la suciedad de los carriles. Que no fuera una apertura fluida era el problema que más nos temíamos por el peso de la mesa.
Los carriles de este tipo de mesas vintage abatible sobre los que se desplazaban las barras estaban muy sucios y hubo que desmontarlos, limpiarlos y engrasarlos de nuevo.
También repetimos el mismo proceso con los herrajes de la trasera.
Al desmontarlo todo es mucho más fácil la limpieza. Como siempre obtamos por no lijar en absoluto la madera, no hizo ninguna falta, como en el 90% de los casos que tratamos en el taller.
Lo mismo hicimos con la parte delantera de nuestra mesa vintage abatible, que inicialmente estaba pintada de negro y bastante desconchada. Consultamos con Mónica que no quería mantener el color negro y optamos por un tono roble tras la limpieza.
Hicimos la limpieza y neutralizamos..
Aplicamos una aguada suave en tono roble para igualar todos los tramos de madera que tras la limpieza eran ligeramente diferentes.
Ya solo nos queda proteger la madera y montar los herrajes. También añadimos algunos detalles como esta pizarra hecha con nuestra pintura de pizarra casera.
Aquí os mostramos el antes y después algo más cerca de la trasera de nuestra mesa vintage abatible.
y de la parte delantera.
Después de retirar con santa paciencia la cinta adhesiva y limpiar las juntas de metal que enmarca el tablero, pulimos la mesa. Tanto mi compañera como yo, pensamos que lo mejor es solo nutrir, no reintegramos nada porque perdería toda su historia
Y la que más nos gusta de todas y que Mónica nos mandó desde su casa con este mensaje:
«Mi hijo pequeño desayunando en la misma mesa que yo hace 50 años.» ❤ ❤ ❤
¡Gracias Mónica! Nos emociona ver que esta mesa sigue formando parte de otra generación. Es una pieza muy original y nos ha tenido enamoradas desde que llegó a nuestras manos. A disfrutarla muchos años más!
Os esperamos la semana que viene con dos historias muy interesantes.. dos sillas, salvadas en el último momento de ser destruidas.
Como siempre human chorionic gonadotropin cost to burn you want agradecemos vuestros comentarios y sugerencias que nos encanta leer.
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